¿Qué es el amor ideal?
¿El que requieres para completarte
o el que deseas para ser mejor?
¿El que te haga reír en la noche
o el que enfade a cualquier hora?
¿El que satisfaga tus expectativas
o el que,de vez en vez, de defraude con sus defectos?
¿El que sea tu orgullo demostrarle al mundo
o el que te de contentura acompañar?
¿El que te baje la luna para que sonrías
o el hace, simplemente, que le comprendas?
Por ello, tienes que reflexionar, en forma seria y sincera y a solas contigo, quién debe ser tu amor ideal,
El que busca llenar a toda hora tu silencio para no verte triste
o quien deja que en la tristeza te fortalezcas. aunque tenga alegrías propias que contarte,
El que a base de besos y caricias, te haga intensos orgasmos para tu satisfacción o quien, en ocasiones, por cansancio, prefiere dormir serenamente a tu lado...
Muchas veces, quizás demasiadas, nos tentamos a ser felices por el amor ideal que tengamos y no por ser quienes somos dejando, de esta forma, que otra parte sea quien de el veredicto de cuan felices estamos...
Lo más importante es querer ser uno el amor ideal de uno mismo para no darle a alguien de los demás esta tarea tan difícil que cumplir con uno...
Es mucho más fácil buscar la excelencia en uno que en otros, y enfadarse consigo mismo, para rectificar y contentarse, para poder jugar con las expectativas, sin perder qué es lo que se (re)quiere y, de esta forma, con la propia autoestima reparar la de quien amamos y comprender qué es lo que nos pasa antes que juzgar a los otros.
Es tan fácil comprender, quizás sin entenderlo, mucho, que el amor ideal nunca es otra persona sino uno mismo, teniendo y descubriendo el propio marco de excelencia para guiarse en todo lo que somos y hacemos, estando y que solo desde allí es que podemos comprender que el amor ideal es quien haga lo mismo consigo mismo sin dejarle esa tarea a nadie...
- Roberto De Vries